Bob Guccione, directivo de la revista Penthouse movió montañas para hacer realidad a la pantalla vida de uno de los emperadores de Roma con más mala fama y reputación que haya habido en la Historia de la Civilización Antigua. Contó con un guión del novelista Gore Vidal (Whasington D.C) y fichó a Tinto Brass, realizador italiano muy popular por recrearse en primeros planos de traseros femeninos y suntuosos decorados construidos en cartón piedra. Sus películas más destacables en el género erótico (no olvidemos que en 1967 realizó un drama titulado “Col Cuore in Giola” interpretado por Jean Louis Trintignant) son “Salon Kitty” (1976) y “La Llave Secreta” (1983) ambientada en la Italia de Mussolini.
La empresa pseudo-porno de mr. Guccione tenía que acabar bien. Contó con el reparto principal de actores británicos ya reconocidos en el panorama cinematográfico; desde Peter O´Toole (como acascarrabiado y furioso Tiberio); Malcolm McDowell (después de “La Naranja Mecánica”, con su faceta de Caligula, se encasillaba aún más en papeles de payaso sádico y pervertido), el gran y shakeasperiano Sir John Gielgud (interpretando a Nerva, consejero de Tiberio, y tal vez el único personaje honesto y bondadoso del film que predice la ola de terror que se devastará Roma, antes de cortarse las venas). Son secundados por una desconocida Helen Mirren, John Steiner (que participó en “El Bosque del Lobo” de Pedro Olea) y Paolo Bonaccelli (otro que se las daba de sádico en “Salò o los 120 días de Sodoma” de Pier Paolo Pasolini).